Oigo voces en el Malpaís de
Güímar,
voces que vienen del pasado,
no se que dicen, no entiendo
los sonidos,
pero presiento que hablan
conmigo
porque siento que viajan a mi
lado.
Me adentro entre cardones y
tabaibas
y sigo oyendo hablar al
viento;
creo que son voces de
guanches
que guardaron aquí sus almas;
y quieren romper el silencio
entre su mundo de lava y
viento.
Voy montado en alas del
pasado,
sobrevuelo lo que ayer fue
mi casa,
siguiendo patrones marcados
por la estirpe de nuestra
raza, recordando.
Sigo patrones tan viejos como
el Teide
sobre lava de ese gigante
canario,
milenario, nacido en aguas
del océano,
hoy callado, más bien
dormido;
porque sé, que solo duerme
vigilante
de sus hijas Canarias, y su
suelo volcánico.
Jecego. Domino 04 de febrero
del 18.
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